Episodios de vida con El Señor Cristo Jesus
Salmos 107:25-32 (RVC)
Salmos 107:25-32 (RVC)
Él habló, y se desató un viento tempestuoso,
y gigantescas olas se encresparon.
y gigantescas olas se encresparon.
Inseguros, daban traspiés, como ebrios;
¡de nada les servía toda su pericia!
¡de nada les servía toda su pericia!
Pero en su angustia clamaron al Señor,
Y él los libró de su aflicción:
Y él los libró de su aflicción:
convirtió la tempestad en bonanza,
y apaciguó las amenazantes olas.
y apaciguó las amenazantes olas.
Ante esa calma, sonrieron felices
porque él los lleva a puerto seguro.
porque él los lleva a puerto seguro.
¡Alabemos la misericordia del Señor,
y sus grandes hechos en favor de los mortales!
y sus grandes hechos en favor de los mortales!
¡Que lo exalte el pueblo congregado!
¡Que lo alabe el consejo de ancianos!
¡Que lo alabe el consejo de ancianos!
“Tierra tierra”, anuncian las gaviotas,
Delfines danzan como crianzas
Al ritmo de las ondas caprichosas
Celebrando este día con los pasajeros.
De repente un vorágine amargo
Sopla de un odre eólico,
Lleno de fétidez, verde de envidia
Al encuentro alegre de la familia.
La pantalla de nubes se hace más espesa
Y con ella las paredes de agua.
¿Será que en un choque
Vamos experimentar el naufragio?
La tempestad cresciendo suspende
La armonía del abismo mediterráneo
Alimentando el temor humano
Al pensar que ya había llegado
La hora fatídica sin recurso.
El corazón en estos momentos
Recuerda en un reflejo
Que hay un Dios en los cielos
Y pidiendo perdón y misericordia
Humildemente se arrodilla.
No hay tiempo por las buenas obras
Ni contar en Padre Nuestro o Ave Marias
El video fulminante se desplega
Desafiando la mente aterrada.
Desafiando la mente aterrada.
Aqui no sirve de nada la consciencia
Ni el socorro de buenos amigos
Ya está todo en la balanza
No más karma, ni mordida,
Ya se aproximan el ángel verdugo
Y sus fuegos infernales
Y sus fuegos infernales
O la vida eterna y sus galardones.
Mientras estuve contemplando mi suerte
Una voz suave superando los gritos del viento
Me preguntó lo siguiente:
¿"Eres tú el que calma las tempestades
Acaso seas tú el Capitán del barco
Puedes mirar a través de las nubes
Y decidir que será tu futuro”?
Reconociendo la voz y la presencia divina
Que tantas veces me salvó la vida
De la guerra, de la violencia,
De los elementos en furia,
Mi corazón aquietado entregué
Entre las manos del Salvador
Que nos pide descansar
Entre sus costas, muy cerca
Que nos pide descansar
Entre sus costas, muy cerca
Sobre su pecho de amor.
Al final, la tormenta
calmada por su palabra
calmada por su palabra
Llegó el barco a su puerto
Donde desde el principio
Siguió el camino diseñado.
Jean-Louis.
Comentario de Myriam Teresa Mena el diciembre 4, 2010 a las 7:08pm Eliminar comentario UNAS LETRAS DE PRESAGIOS APOCALIPTICOS, QUE INVITAN A MUY HONDA REFLEXCIÓN, TAL VEZ, SI ASÍ LO HICIERAMOS PODRÍAMOS DETENER EL VIENTO ANTES DE QUE SE APROXIME Y NOS MUERDA ENTRE SUS FUERZAS, FELICITACIONES POETA. GRAN MENSAJE. QUE LA GRAN CONCIENCIA ILUMINE TUS DIAS. BESOTES MIL.
ReplyDelete